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| Las mandarinas en estos meses están en su mejor época, hay que aprovechar cualquier receta para sacarles el máximo partido. |
Ya están un año más aquí las mandarinas, riquísimas como nunca. Lo bueno de vivir entre campos de naranjas y mandarinas es que consigues fácilmente tener frutas muy frescas recién cogidas prácticamente de los árboles. Un auténtico lujo. Por otra parte este árbol frutal se mantiene todo el año verde, no pierde la hoja y el paiaje siempre tiene un color verde muy agradable. Y que decir del olor de la flor de azahar....
Muchas veces en mis recetas veréis que recurro a los cítricos, sobre todo en invierno, pues es que además de que es una fruta muy versátil, se pueden hacer muchas cosas con ella.
Esta tarta es sencillísima y sale muy rica y esponjosa, como podréis ver en las fotos no duró nada, a las diez salió del horno y a la hora de la merienda ya no quedaba.
No dejéis de hacerla, es muy rápida y con una bonita presentación seguro que triunfáis.
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| Estas son las mandarinas que han crecido del árbol de mi jardín, aunque desgraciadamente son mandarinas amargas, de las que llaman bordes, pues solo se emplean en decoraciones de jardines. |
INGREDIENTES
9 claras de huevo
200gr. de azúcar
200gr. de harina
1 sobre levadura Royal
3 mandarinas de piel fina
75 cc de aceite de girasol
un poco de mantequilla
ELABORACIÓN:
batimos el azúcar con las mandarinas troceadas hasta que esté todo bien triturado, pasamos por un chino y las pequeñas pielecillas que han quedado sin triturar las apartamos para hacer la decoración. A continuación batimos las yemas hasta punto de nieve con una pizquita de sal y reservamos. Al azúcar y mandarina triturados le añadimos la harina con la levadura tamizada y a continuación y con movimientos envolventes vamos incorporando las yemas, con cuidado de no batir enérgicamente porque pierden su volumen.
A continuación lo vertemos en el molde previamente untado de mantequilla y harina y lo metemos en el horno, precalentado a 180º. Y hasta que esté hecho. Cado horno es un mundo¡¡
Con la pulpa y restos de cáscara triturada de la mandarina hago pequeños montoncitos y lo cubro con mantequilla y azúcar, lo tapo con papel de hornear y lo chafo con una superficie plana ; y al horno hasta que quede dorado y caramelizado. Es exquisito¡¡¡
